En segundo lugar, toca valorar la ubicación y los metros cuadrados que contrataremos en la feria. Tener una ubicación en el pasillo central y muchos metros cuadrados a veces sólo está al alcance de grandes empresas, así que para todas aquellas que deben medir muy bien su inversión, tendrán que encontrar el equilibrio entre los metros cuadrados necesarios y una buena ubicación.

Aquí ponemos énfasis en los metros necesarios, pues no servirá de nada gastar mucho dinero en el espacio si no lo utilizamos correctamente. Será importante definir en qué áreas queremos distribuir los diferentes espacios dentro del stand para valorar estos metros útiles: almacén, recepción, zona de reuniones, zona de networking, zona de catering, etc. Si con 50m2 tenemos suficiente, ¿por qué contratar 80m2? El dinero que invertirías en estos 30m2 puede utilizarlo para dar más visibilidad a tu stand a través del diseño o de acciones complementarias.

Respecto a su ubicación siempre es mejor intentar encontrar zonas de paso: pasillos centrales, cafetería, baños, etc. Pero lo importante es que, aunque tu ubicación quizás no sea la mejor, no te limites a esperar a que el cliente venga; da a conocer tu espacio con mailings previos en la feria, realiza algún sorteo para atraer flujo de gente, formaciones o demostraciones previo aviso antes de la feria… hay mil ideas para darte visibilidad. Haz que los clientes vengan a verte, no esperes a que te encuentren.

Ahora que ya tienes la ubicación, los metros y las necesidades a cubrir en la feria llega el tercer paso: trabajar con la empresa de arquitectura efímera para que te realicen en espacio acorde a la funcionalidad, que sea armónico, resistente y con acabados de calidad.

¡Si sigues estas pautas, el ÉXITO en la feria está asegurado y sólo te quedará recibir a tus invitados!